Los inversores conectados a la red convierten la energía eléctrica de corriente continua producida por los arreglos de paneles solares fotovoltaicos en corriente alterna monofásica inyectando a cada una de las fases de la red de suministro eléctrico. La etapa de potencia presenta una configuración en puente monofásico, utilizando como semiconductores de potencia transistores MOSFET.

​Para conseguir el mejor rendimiento de la instalación solar fotovoltaica, el inversor conectado a la red trabaja detectando continuamente el punto de máxima potencia (MPPT) dependiendo de las característica tensión-corriente de los paneles fotovoltaicos, la radiación solar recibida o por variaciones de la temperatura de los paneles.